Quizás no hayas oído hablar mucho de este mineral, el silicio, pero debes saber que es muy importante para nuestro organismo. Si bien es verdad que podemos asimilarlo a través de nuestra dieta, también es cierto que los cultivos intensivos, los abonos sintéticos, los tratamientos contra las plagas y el empobrecimiento del suelo contribuyen a que el aporte de silicio sea menor del necesario.
Este mineral está implicado en múltiples funciones de nuestro organismo, y puede mejorar un buen número de alteraciones del mismo. Debemos tener en cuenta que el silicio:
• Ayuda a mineralizar y regenerar los tejidos propios de las articulaciones, dando consistencia y lubricación a los cartílagos, resistencia a los tendones y además es capaz de frenar el desgaste natural de nuestro sistema óseo-articular.
• Es necesario para que se produzca la renovación de los tejidos, favoreciendo la producción de moléculas que forman parte de los músculos, cartílagos, tendones y ligamentos.
• Es imprescindible para fijar el calcio en los huesos, aumentando la densidad ósea de los mismos.
• Actúa como catalizador en múltiples procesos biológicos que tienen lugar en nuestro organismo.
• El silicio es una molécula con una carga muy grande de iones positivos y negativos, de esta forma es capaz de volver a polarizar las células para que puedan efectuar sus funciones y recobrar el desequilibrio electromagnético, presente en cualquier patología.
• Es esencial en los procesos de cicatrización y como protector de las células. Además es un potente antiinflamatorio natural y tiene un efecto analgésico.
• Es un estimulante de la fagocitosis, lo que ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico.
• Es un reestructurador de las fibras de colágeno y elastina.
¿Dónde se encuentra el silicio en la naturaleza?
El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre, aunque no se presenta como tal. Se combina en su mayoría con oxígeno para formar óxidos de silicio y silicatos. De entre los primeros destaca el dióxido de silicio (SiO2) o sílice, que es el componente principal de la arena de la playa y de distintas piedras preciosas como el cuarzo, el ágata, el jaspe o el ópalo. Por su lado, los silicatos constituyen la arcilla, el feldespato, etc. También encontramos este metaloide en la naturaleza más allá de las rocas y minerales: Las plantas poseen ácido ortosilícico en sus hojas y tallos.
Los alimentos son la principal fuente de donde el ser humano obtiene el silicio. Este mineral se halla presente en la composición de todos los seres vivos. Incluir en la dieta alimentos con alto contenido de silicio es una forma de ayudar a mantener unos buenos niveles de este mineral. Estos son los alimentos con una composición más alta de silicio:
• Frutas: manzana, naranja, kiwi, mango, fresas, uvas, plátano, aguacate.
• Hortalizas: repollo crudo, zanahoria, cebolla, pepino, calabaza, judías verdes.
• Vegetales de hoja verde: espinacas, acelga, lechuga, espárragos
• Cereales integrales: avena, trigo, cebada, mijo, arroz, alfalfa, cebada, maíz, soja.
• Legumbres: lentejas, garbanzos.
• Frutos secos: almendras, nueces, anacardos.
• Semillas: Girasol, calabaza.
• Pescado: salmón.
• Otros: soja, algas. 5 14 Silicio Orgánico La fuente natural de bienestar .
• Plantas (para infusiones): cola de caballo, bambú, ortiga.
El ciclo del silicio
En el organismo comprende tres estados: absorción, distribución y eliminación. Este mineral es absorbido, distribuido y finalmente expulsado de nuestro cuerpo a través de la orina o el sudor.
• Absorción. La forma más habitual por la que el silicio entra en el organismo es a través del tracto gastrointestinal, básicamente por el duodeno. Es importante tener en cuenta que entre los 35 a 40 años disminuye la absorción intestinal del silicio y los depósitos naturales de este oligoelemento esencial van siendo cada vez menores. Además, coincide con la disminución del colágeno que se produce en esta etapa vital.
• Distribución. El silicio está presente en nuestro organismo desde el momento en que existimos, siendo los músculos y el bazo los primeros órganos en los que aparece antes de distribuirse por el resto. Los niveles normales de silicio en el organismo de una persona adulta rondan los 7 gramos. La cantidad de silicio en la sangre de un ser humano es de unos 10 mg por litro. Este mineral se encuentra sobre todo en el bazo y el timo (órganos linfáticos), la glándula tiroidea, las glándulas suprarrenales, el páncreas, el hígado, los riñones, el corazón, los músculos, los tendones, los huesos y en las paredes de arterias y venas. El silicio se halla en distintos niveles de la estructura de las células y es abundante en el tejido conjuntivo, los cartílagos, la piel, el pelo o las uñas.
• Eliminación. El silicio es expulsado del organismo a través de la orina, las heces o el sudor, aunque también se pierde al cortar el cabello, las uñas o por las mucosidades.
A pesar de que es fácil incorporarlo en la dieta, la cantidad de silicio que podemos asimilar es baja. Debido a ello, la suplementación es de gran ayuda para evitar carencias, especialmente a partir de los 35-40 años.
Los laboratorios han desarrollado fórmulas de silicio orgánico que aseguran una alta absorción. Gracias a estos productos existe la posibilidad de tomarlo como de forma fácil y segura para ayudarte a que frenes el envejecimiento y cuides al máximo tus huesos y articulaciones.